THE CLASH - LONDON CALLING

  Pocos discos de rock inglés tienen el contenido social y político de London Calling. Hoy en retrospectiva puede vérselo como una obra conceptual, aunque en su momento lejos haya estado de esa interpretación. Lo que propongo es un pequeño viaje a la Inglaterra de fines de los 70s, con las preocupaciones, temores y visiones del pasado, de este grupo de tipos provenientes del oeste de Londres.
  The Clash, en su comienzo, era una banda netamente punk como muchas otras de su época (Ramones, Sex Pistols), pero marcó la diferencia evolucionando no sólo hacia otros estilos, sino líricamente hacia otros conceptos y temas a tratar. Mientras que los Pistols cantaban “No future for you and me” (no hay futuro para vos y yo, en “God save the Queen”), los Clash hablaban de revolución, de la España franquista, del socialismo. Y mientras que los Ramones persistían en el estilo básico del punk rock de tres acordes distorsionados, The Clash comenzó a mamar otros estilos. Muy influenciados por el movimiento jamaiquino (Ska, Reggaee, Rocksteady) y con un cuasi coqueteo con la “new wave”, su sonido evolucionó de modo tal que no es posible encuadrar a “London Calling” en ningún estilo. Hay rock, reggae, punk, ska, pop, jazz, blues, rocksteady, y hasta géneros hasta ese entonces no definidos. La inquietud social de Joe Strummer (vocalista) y musical de Mick Jones y Paul Simonon (guitarra y bajo) hicieron de The Clash una banda que marcó una época y hasta hoy día siguen siendo influencias para muchos.

  Pasemos ahora a algunos de los datos históricos y contextuales de este álbum. Si bien son muchos y por una cuestión de espacio no abordaré todos, sí considero importante dar a conocer algunos para tener una idea de la cantidad de tópicos a los que se acercaban los Clash.
En sus temas hacen mención a ciertas tribus urbanas como los “Mods”, los “Rudys”, y los “Teddy Boys”, además de remitir varias veces a “Notting Hill”, lugar donde se producían varios disturbios por parte de la juventud.
  Los Teddy Boys eran una subcultura de jóvenes ricos bien vestidos, agrupados en pandillas y frecuentemente se enfrentaban con tribus rivales. Otra de estas eran los mencionados “Rudies”, que tienen una historia más interesante. En la Jamaica de los 60s comenzaban a llegar los primeros discos de RnB de EE.UU., y esto alentaba a los jamaiquinos a hacer su propia música. El primer ritmo netamente nacido allí fue el Ska. Una tribu urbana llamada “Rude Boys” bailaban Ska, pero de modo más lento, así fue que comenzaron a tocar el mencionado estilo pero con un Groove distinto y más calmo. A eso se lo llamó “Rocksteady”. Muchos Rudies (o Rude Boys) emigraron a Inglaterra llevando el mencionado estilo. Pero éstos también eran reconocidos por sus vestimentas al estilo “gangster” y sus enfrentamientos con la policía, los cuales continuaron en Londres. (Algunos dicen que la cruza de los mods y los Rudies, dio como resultado los Skinheads). Historias relacionadas con estas tribus urbanas podemos oírlas de temas como “Rudy can´t fail” y en varias más.

  Esta línea de grupos enfrentados con “el poder” es la que marca el pulso de “London Calling”. En “Clampdown” (no tiene traducción exacta, sería algo así como “la autoridad”), Clash nos llama para luchar contra el poder por parte de la clase obrera, haciendo referencia al “azul y marrón” (colores que toma como metáfora de uniforme de trabajadores), e invita a la revolución.
Algo similar ocurre con “Guns of Brixton”, donde se hace referencia a disturbios ocurridos en la mencionada ciudad, producto del descontento social de la época, y brutalmente reprimido por la policía. Acá vemos un ejemplo del perfil de “The Clash”, donde no nos dicen “Anarquía en el Reino Unido, no hay futuro, o quiero matar a todos”, sino que apuntan directamente a la represión militar/policial de la época con un espíritu de guerrilla: “When they kick out your front Doors, how you gonna come? With your hands on your head, or on the trigger of your gun?” (Cuando te tiren la puerta abajo, ¿cómo vas a salir? ¿Con las manos en la cabeza, o en el gatillo del arma?). Fuerte. Este mismo perfil toman en “Spanish Bombs”, un homenaje a la lucha revolucionaria en la Guerra Civil Española, donde se menciona entre otros a Federico García Lorca (reconocido escritor ejecutado en dicha dictadura). En este tema los Clash utilizando algunas frases en español, algo que retomarían más adelante con “Should I stay or should I go”. En otros temas ironiza sobre el consumismo y el capitalismo , como “Lost in the supermarket” y “Koka Kola”, donde juega mucho con la ambigüedad entre “coca cola” y “cocaína”, y nos dice “Koka adds life says the advertising world..” (la “Coca” te alarga la vida, dice el mundo de la publicidad).
Existe un personaje recurrente en los temas de The Clash, llamado “Stagger Lee” Stagger Lee era un taxista negro y proxeneta norteamericano, fallecido en 1912. Su leyenda es conocida por haber matado a un amigo suyo llamado Lyons, en una discusión navideña. Lyons critcaba a Stagger su ideología política y en un extraño gesto, le arrebató el sombrero a Stagger; dado que este no se lo quería devolver, Stagger tomó un arma y le disparó en el pecho. Se han tejido muchos mitos metafísicos sobre Stagger Lee (no voy ahondar acá), pero lo cierto es que The Clash resucitan su figura en canciones como “Jimmy Jazz” o “Wrong Em Boyo” (Boyo es un modismo inglés para decir “boy”), que a su vez es un cover de una banda jamaiquina llamada “Rulers”.

  London Calling fue lanzado originalmente como disco doble. Su portada es un homenaje al primer álbum de Elvis, por la tapa en blanco y negro y por los colores y ubicación de las letras rosa y verde. Realmente marcó mucho de lo que vino después, musicalmente impecable, y es para escucharlo de principio a fin  y siguiendo cuidadosamente las letras. Hay momentos donde valen las metáforas, y otros donde sirve ser directo. En este caso The Clash es directo y efectivo con el mensaje.

DR.
The Clash - London Calling
(1979/CBS Records. Producido por Guy Stevens y Mick Jones)
1 London Calling, 2 Brand new Cadillac, 3 Jimmy Jazz, 4 Hateful, 5 Rudie can´t fail, 6 Spanish bombs, 7 The right profile, 8 Lost in the supermarket, 9 Clampdown, 10 The guns of Brixton, 11 Wrong em Boyo, 12 Death or glory, 13 Koka Kola, 14 The card cheat, 15 Lover´s rock, 16 Four horseman, 17 I´m not down, 18 Revolution Rock, 19 Train in vain
Créditos: Joe Strummer (voz, guitarra, piano); Mick Jones (guitarra, piano y voz); Paul Simonon (bajo y voz), Topper Headon (batería). Invitados: Mickey Gallager (órgano), Orquesta Irish Horns (vientos)

Lou Reed - Transformer

  Hay mucha gente oscura, y extraña en toda la movida del Rock & Roll, y la música en general de los 60 y los 70, pero Lou Reed se lleva todos los premios, y a mi, me encanta.
Una personalidad más que interesante, a veces muy profundo y depresivo,  y por momentos una guitarra distorsionada te vuela los pelos. Una voz que transmite los mil y un estados, desconcertante, ciclotímico, oscuro y muy Roquero por las noches, pero cuando se despierta quizás sea Sunday Morning. Este disco tiene mucho que ver con lo que cosecho con la Velvet, en cuanto al aprendizaje, mas allá de que su primer disco solista fracaso y la critica lo mato,  todos sabían que Lou Reed iba a volver, y volvió, pero se trajo entre manos un disco, que muchos críticos de la época, lo calificaron y lo “bautizaron” como el irrepetible.   Lou Reed es un tipo con una clara ambigüedad sexual declarada a través de varias de las letras de la Velvet,  epoca en la que  se conoció y fue amigo de Andy Warhol, un artista mas que prestigioso, quien se encargo del arte de muchos discos, entre ellos el mítico Velvet Underground & Nico (el de la banana), un talentoso de verdad. Andy Warhol,, lo acerca a David Bowie, otro genio, con 25 años y en la cima de su creatividad, se encarga de aportar arreglos, coros y producir  el 2ª disco de uno de los músicos mas influyentes y escuhado por el. David Bowie, lleva con el a Mick Ronson, el guitarrista de los Spiders From Mars, la banda que acompañaba a Bowie, en ese momento. Ronson, un virtuoso al que nadie nombra, pero es un guitarrista increíble y un músico de la ostia, que se encarga de las cuerdas, incluido el bajo y el piano. Y falta uno, Iggy Pop. Destapala que estamos todos... El resultado, un disco irrepetible.

  Transformer se graba y edita en 1972. Este disco deja entrever la personalidad cambiante de Reed, pero esta vez salpicado de Glam en algunos temas, como Satelite of love, que refleja la compañía de Bowie y Ronson y estos la tenían clarísima en ese genero. Pero el protagonista es Lou Reed, es indiscutible que el disco esta creado, armado y escrito por el. Las canciones tienen su sello, mas allá de los arreglos que hayan aportado los demás participantes en la producción y grabación del álbum. Lou Reed seguramente no le guste a todo el mundo,  pero le voló la cabeza a una generación, es como un icono de la movida under y rockera de Nueva York en los años 60, un artista de verdad, con momentos y vaivenes como todos los artistas, como todas las personas.
  Uno de los temas mas profundos es Perfect Day, una genialidad a mi parecer, que le pone la música a la escena mas loca de "Trainspotting", cuando a Ewan Mc Gregor se le va la mano y se va para abajo en la alfombra, creo que no he visto mejor manera de fusionar una escena y una canción., gran forma de personificar a un aficionado a las noches de palpitaciones bajas y los días complicados. Esta como bonus track la versión acústica en guitarra, que es brillante también, pero la de la película es con el piano, las dos en el disco, por si te  quedabas con ganas.
 Lo mismo pasa con Hangin`Round, muy roquera con la banda, la guitarra eléctrica es una cosa de locos, y la rítmica que la sigue el paso sin parar, y en la versión acústica se convierte en una baladita potente, que no tiene mucho que envidiarle a la mencionada la primera.
Make Up, excelente, el bajo se lleva la canción, con una atmósfera similar a Walk on the Wild Side, con arreglos de voces que se transforman en  un cuelgue divino, un estilo mas que particular y un sonido poco tradicional.
   
  Transformer es una transformación y una evolución en la carrera del Viejo Lou.
Un tipo lleno de vicios, fetiches, misterio y  locura, por momentos depresivo y cansado de todo. Por momentos eufórico y roquero, dueño del Rock Neoyorkino y una actitud radical. Ey hooney!, take a walk on the wild side…

JP.
Lou Reed - Transformer
(1972/ RCA Records. Producido por David Bowie y Mick Ronson)
1. Vicious, 2. Andy´s Chest, 3. Perfect day, 4. Hangin round, 5. Walk on the wild side, 6. Make up, 7. Satellite of love, 8. Wagon wheel, 9. New York Telephone conversation, 10. I´m so free, 11. Goodnight ladies. Bonus tracks: Hanging round (acústico) y Perfect day (acústico)
Créditos: Lou Reed (guitarra, teclados y voz); Herbie Flowers (Bajo y Tuba); Mick Ronson (guitarra, piano y coros); John Halsey (batería); Ronnie Ross (Saxo barítono). David Bowie (coros)



Nirvana - Nevermind

   La primera vez que escuché Nevermind me partió la cabeza. No tengo otras palabras para definirlo. Sólo los conocía por el video de “Come as you are” que allá por 1992 a veces podía verse por TV. Alguien en el colegio tenía el CD de Nevermind me hice una copia en cassette (sí, en cassette…). Cuando lo puse y escuché los primeros cuatro acordes de “Smells like teen spirit” me di cuenta que estaba ante una de esas bandas “distintas”. O como suelo decir siempre: Nirvana fue la última gran banda. Nada nuevo ocurrió desde 1994.

   Su primer disco de 1989, “Bleach” (hoy un material necesario en cualquier colección), no fue bien recibido, ni por la crítica, ni por el público. Era más bien básico y desprolijo por momentos, sin contar que carecía de potencia (Sí… Nirvana carecía de potencia). Tal vez por un Kurt muy contenido, tal vez por su baterista, tal vez por el bajo nivel de producción del álbum.
   Lo cierto es que en 1991 Nirvana contaba con una nueva formación. Fuera de la banda su primer baterista Chad Channing, se incorpora David Grohl, quien le aporta otra energía. Grohl tenía potencia, técnica, habilidad y además muy buen aporte en los coros (recordemos que hoy por hoy, es el cantante de los Foo Fighters). Además, la producción estuvo a cargo de Butch Vig (miembro de Garbage , y también produjo discos de Smashing Pumpkins), quien le dio otro color al disco.
   Durante el proceso de producción de Nevermind las canciones parecían alejarse cada vez más del “punk rock” de garage del que venía Nirvana. Al principio ellos mismos temían que varios retoques de este proceso le quitaran frescura o potencia a su sonido, algo que como podemos apreciar hoy en día, no fue así. Era necesario despojarlo de suciedad para darle otra forma, sin que pierda su esencia. Un ejemplo de ello fue la duplicación de voces. Cuando se plantó duplicar la voz de Cobain en “Smells…”, Kurt dijo que bajo ningún punto de vista permitiría eso, dado que tornaría “artificial” el sonido de Nirvana. Dicen que para convencerlo, le contaron que hasta John Lennon había duplicado su voz en las grabaciones.

   Pero sin dudas lo más importante fueron las canciones. Por algún motivo Kurt Cobain tuvo una inspiración de doce temas increíbles, que mucho distaban de lo que había hecho en “Bleach”, hasta no parecen que fueran de la misma persona. Cómo un tipo que nunca estudió canto, que no sabía hacer solos de guitarra, y que conocía sólo los acordes básicos pudo ser dueño de tanta creatividad, no lo sé. Kurt resucitó al punk, pero se olvidó de los tres acordes básicos y del famoso “one, two, three, four”, todo esto, acompañado de verdaderas melodías. Le dio uno sonido furioso, duro para el rock pero sin llegar a heavy. Y tenía la más perfecta combinación de guitarras distorsionadas con adecuado uso de guitarra limpia con chorus. Ese fue el nacimiento del grunge (o grundge). Más que un estilo, un movimiento no sólo de camisas escocesas y bermudas. Nirvana le abrió las puertas a Pearl Jam, Alice in chains, Soundgarden, Stone Temple Pilots, e infinidad de bandas que si bien fueron contemporáneas, sólo pudieron catapultarse gracias a Nevermind (y lamentablemente para ellos, también opacadas por Nirvana)

  Respecto a las canciones, dudo que haya alguien que no haya escuchado aunque sea un tema de Nevermind. Parece mentira que algo tan furioso como “Smells like teen spirit” fuese producto de la inspiración en un desodorante. Kurt dijo una vez que al entrar a la habitación de la entonces su novia le dijo “Aquí huele a Teen Spirit”, dado que “Teen Spirit” era la marca de desodorante que ella usaba. Pero no sólo fue “Smells like teen spirit”. Nevermind parecía más un Greatest Hits que un disco de estudio.  Un álbum repleto de grandiosas melodías y frases alucinantes como “Sólo porque estés paranoico, no quiere decir que nadie te esté siguiendo” (Territorial Pissings). De letras oscuras e inquietantes (Polly, la historia de un secuestrador y su cautiva, o la descripción de una relación sado masoquista). De baladas acústicas (Something in the way, donde Kurt nos da un anticipo de lo que podían ser capaces en formato “unplugged”).

  Hoy por hoy, puede disfrutarse de una reedición del clásico de Nirvana con todos los tracks remasterizados. Además de rarezas, presentaciones en vivo, demos, ensayos, etc. Recomiendo volver a escuchar este clásico y pensar una vez más en la acertadísima metáfora de su portada, donde desde pequeños, ya comenzamos a ser tentados por el dinero (para luego ser atrapados y cautivos de él).

DR.
Nirvana - Nevermind
(1991. DGC Records. Producido por Butch Vig)
1. Smells like teen spirit, 2. In Bloom, 3. Come as you are, 4. Breed, 5. Lithium, 6. Polly, 7. Territorial Pissings, 8. Drain you, 9. Lounge act, 10. Stay away, 11. On a plain, 12. Something in the way.
Créditos: Kurt Cobain (guitarra y voz); David Grohl (Batería y coros); Chris Novoselic (Bajo y coros). Kirk Canning (Chelo en Something in the way)