Nirvana - Nevermind

   La primera vez que escuché Nevermind me partió la cabeza. No tengo otras palabras para definirlo. Sólo los conocía por el video de “Come as you are” que allá por 1992 a veces podía verse por TV. Alguien en el colegio tenía el CD de Nevermind me hice una copia en cassette (sí, en cassette…). Cuando lo puse y escuché los primeros cuatro acordes de “Smells like teen spirit” me di cuenta que estaba ante una de esas bandas “distintas”. O como suelo decir siempre: Nirvana fue la última gran banda. Nada nuevo ocurrió desde 1994.

   Su primer disco de 1989, “Bleach” (hoy un material necesario en cualquier colección), no fue bien recibido, ni por la crítica, ni por el público. Era más bien básico y desprolijo por momentos, sin contar que carecía de potencia (Sí… Nirvana carecía de potencia). Tal vez por un Kurt muy contenido, tal vez por su baterista, tal vez por el bajo nivel de producción del álbum.
   Lo cierto es que en 1991 Nirvana contaba con una nueva formación. Fuera de la banda su primer baterista Chad Channing, se incorpora David Grohl, quien le aporta otra energía. Grohl tenía potencia, técnica, habilidad y además muy buen aporte en los coros (recordemos que hoy por hoy, es el cantante de los Foo Fighters). Además, la producción estuvo a cargo de Butch Vig (miembro de Garbage , y también produjo discos de Smashing Pumpkins), quien le dio otro color al disco.
   Durante el proceso de producción de Nevermind las canciones parecían alejarse cada vez más del “punk rock” de garage del que venía Nirvana. Al principio ellos mismos temían que varios retoques de este proceso le quitaran frescura o potencia a su sonido, algo que como podemos apreciar hoy en día, no fue así. Era necesario despojarlo de suciedad para darle otra forma, sin que pierda su esencia. Un ejemplo de ello fue la duplicación de voces. Cuando se plantó duplicar la voz de Cobain en “Smells…”, Kurt dijo que bajo ningún punto de vista permitiría eso, dado que tornaría “artificial” el sonido de Nirvana. Dicen que para convencerlo, le contaron que hasta John Lennon había duplicado su voz en las grabaciones.

   Pero sin dudas lo más importante fueron las canciones. Por algún motivo Kurt Cobain tuvo una inspiración de doce temas increíbles, que mucho distaban de lo que había hecho en “Bleach”, hasta no parecen que fueran de la misma persona. Cómo un tipo que nunca estudió canto, que no sabía hacer solos de guitarra, y que conocía sólo los acordes básicos pudo ser dueño de tanta creatividad, no lo sé. Kurt resucitó al punk, pero se olvidó de los tres acordes básicos y del famoso “one, two, three, four”, todo esto, acompañado de verdaderas melodías. Le dio uno sonido furioso, duro para el rock pero sin llegar a heavy. Y tenía la más perfecta combinación de guitarras distorsionadas con adecuado uso de guitarra limpia con chorus. Ese fue el nacimiento del grunge (o grundge). Más que un estilo, un movimiento no sólo de camisas escocesas y bermudas. Nirvana le abrió las puertas a Pearl Jam, Alice in chains, Soundgarden, Stone Temple Pilots, e infinidad de bandas que si bien fueron contemporáneas, sólo pudieron catapultarse gracias a Nevermind (y lamentablemente para ellos, también opacadas por Nirvana)

  Respecto a las canciones, dudo que haya alguien que no haya escuchado aunque sea un tema de Nevermind. Parece mentira que algo tan furioso como “Smells like teen spirit” fuese producto de la inspiración en un desodorante. Kurt dijo una vez que al entrar a la habitación de la entonces su novia le dijo “Aquí huele a Teen Spirit”, dado que “Teen Spirit” era la marca de desodorante que ella usaba. Pero no sólo fue “Smells like teen spirit”. Nevermind parecía más un Greatest Hits que un disco de estudio.  Un álbum repleto de grandiosas melodías y frases alucinantes como “Sólo porque estés paranoico, no quiere decir que nadie te esté siguiendo” (Territorial Pissings). De letras oscuras e inquietantes (Polly, la historia de un secuestrador y su cautiva, o la descripción de una relación sado masoquista). De baladas acústicas (Something in the way, donde Kurt nos da un anticipo de lo que podían ser capaces en formato “unplugged”).

  Hoy por hoy, puede disfrutarse de una reedición del clásico de Nirvana con todos los tracks remasterizados. Además de rarezas, presentaciones en vivo, demos, ensayos, etc. Recomiendo volver a escuchar este clásico y pensar una vez más en la acertadísima metáfora de su portada, donde desde pequeños, ya comenzamos a ser tentados por el dinero (para luego ser atrapados y cautivos de él).

DR.
Nirvana - Nevermind
(1991. DGC Records. Producido por Butch Vig)
1. Smells like teen spirit, 2. In Bloom, 3. Come as you are, 4. Breed, 5. Lithium, 6. Polly, 7. Territorial Pissings, 8. Drain you, 9. Lounge act, 10. Stay away, 11. On a plain, 12. Something in the way.
Créditos: Kurt Cobain (guitarra y voz); David Grohl (Batería y coros); Chris Novoselic (Bajo y coros). Kirk Canning (Chelo en Something in the way)

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