The Beatles - Abbey Road


A veces me pregunto ¿Qué hubiese pasado si seguían? Porque en cierta medida, los Beatles definieron en siete años toda la música que vino después. Sentaron bases para el rock sinfónico, los discos conceptuales, hasta el punk rock y heavy metal (Helter Skelter), es decir, para muchísimos de los movimientos que siguieron en las próximas décadas. Tal vez su continuidad hubiera hecho obsoleta la existencia de otras grandes bandas. Éste, su último álbum editado, es una perfecta despedida para los 4 de Liverpool.
Maradona, Pelé, Cruyff y Messi. Todos en un solo equipo (en otro momento discutimos sobre la acertada o no inclusión de Messi). Y espero no se pregunten quién de ellos sería Ringo. Porque Ringo definió un estilo muy personal de tocar la batería, entre otras cosas, con el movimiento de su mano derecha sobre el hi-hat, sin mencionar que no le pifiaba un tiempo. Del resto no hay nada que pueda acotar que ya no se haya dicho, sería una falta de respeto.
A veces en el fútbol no siempre resulta tener un “dream team”. Los Beatles son el caso contario; el dream team funcionaba perfectamente, pero el brillo luego no fue el mismo cuando cada uno siguió su camino por separado. Tal vez porque el punto de comparación, siempre fue sus años como agrupación. ¿Cómo era que funcionaban tan a la perfección cuando trabajaban juntos? Es un interrogante, y sólo podría esbozar hipótesis.

Abbey se editó en 1969, pero fue grabado posteriormente que “Let it be” (lanzado en 1970), aunque muchas de las composiciones de “Abbey…” se dieron durante las sesiones de grabación de Let it Be, de la cual hay un riquísimo documental también llamado “Let it be”, donde se pueden ver varias de las internas de la banda (sobre todo el relegado papel que le tocaba a Harrison).
Allá por el 69 los Beatles se “plantearon” hacer a un lado sus diferencias y meterse de lleno en el estudio a grabar en paz, armonía y unidad lo que (ya suponían) sería su último trabajo, y tenía que estar a la altura de las circunstancias. Esto último sucedió, pero no así lo primero. Al poco tiempo de comenzar las grabaciones volvían a aparecer las asperezas y el disco terminó se fue redondeando de un modo particular, donde cada músico aportaba sus composiciones y el resto se limitaba a participar prácticamente como meros sesionistas. Esto, que a priori puede suponer un resultado desprolijo y mediocre, resultó todo lo contrario, dado que al oír Abbey Road, estamos escuchando a los Beatles en su esplendor.
Estas dificultades mencionadas brindan al oyente una particular característica: puede apreciarse de modo muy concreto a quién pertenece cada composición.  Recordemos que los temas se firmaban como “Lennon-McCartney” cuando pertenecían a alguno de ellos. Si bien en esta oportunidad se continuó con esa pauta, resultó mucho más clara y evidente la distinción mencionada. Además, pudo salir a la luz una mente brillante que hasta el momento había permanecido oculto: George Harrison, opacado siempre por las figuras de John y Paul.
Mi querido George hace unos bellísimos aportes: “Here comes the sun” y “Something”. Y nos hace preguntarnos ¿ ¡Por qué no lo dejaban componer a este tipo!? Prolijo, simple, preciso y brillante en su ejecución de guitarra, es todo lo que se había conocido de él hasta el momento (salvo ocasionales aportes en discos anteriores). En Abbey Road tuvo rienda suelta y George se dio el gusto de mostrar al mundo lo que podía dar. Siguiendo esa misma línea, Harrison también nos regala un hermoso tema como “I me mine”, incluido en Let it be.
Los aportes de Lennon son bien Lennon, no hay con que darle. “Come together” creo que es el tema “más Lennon” que existe, con un riff bien definido, una voz áspera, la guitarra que hace presencia rasgueando las últimas 4 cuerdas, y una letra que no es un simple relleno. Con esa misma línea encontramos “I want you”, dedicada a Yoko Ono. Una combinación de jazz, rock, y un final al que varias bandas alternativas de los noventa tienen que agradecer. Me gusta mucho el bajo de Paul en este tema, y el cómo va definiendo al tema. Como dato de color, hay una atípica versión de este tema que Soda Stereo tocó en su recital de la 9 de julio.
Una de las cosas más llamativas de “Abbey Road” fue la inclusión de “un tema largo” de 16 minutos aproximadamente. En realidad se tratan de nueve canciones unidas entre sí con distintos medleys. La primera de ellas es “You never give me that Money”. Una pieza bien McCartney con una hermosa melodía, la cual es repetida luego en “Golden Slumbers/Carry that weight” con otra armonización; un acierto ya que resulta muy efectiva. Todas estas composiciones pertenecen a Paul, quien (creo) realmente se luce como cantante en todas las piezas que le tocó ejecutar. En Golden Slumbers y Oh Darling, sinceramente se recibe de “cantante negro de blues” y resulta muy placentero oír con qué facilidad llega a notas tan arriba y tan abajo. Respecto a Because, sólo cabe preguntarse acerca de las influencias de Queen para sus armonías de ópera adaptadas al rock.
No podía olvidarme obviamente de la mención para Ringo. Nada puedo decir de “Octopuss Garden”. Simplemente, para quienes no lo conocen, les digo, escúchenlo y piensen: esta pieza pertenece al (llamado) “musicalmente menos dotado” de los Beatles. Nada más.

Finalmente, hay que hacer especial mención a la tapa de “Abbey Road”, objeto de más conjeturas que certezas, pero bueno, cuanto más tiempo pasa, más se alimentan los mitos. La teoría más famosa es la que dice que Paul McCartney estaba muerto en aquel momento. Esto se basaba en varias especulaciones que ya se arrastraban de antes (una de ellas se encuentra en la tapa de Sgt. Peppers…). Algunos dicen que los Beatles alimentaban este mito de modo consciente, otros que todo se trata de una simple casualidad. La realidad es que en la tapa podemos verlos a los 4 cruzando las calles de Abbey Road, donde se encontraban los estudios de grabación (donde también se grabó “Darkside of the moon” the Pink Floyd). Las especulaciones iban de acuerdo a su apariencia: Lennon de blanco (como el sacerdote); Ringo de negro (de luto), George de jeans e informal (como el sepulturero, detrás de…; Paul, con los ojos cerrados y descalzo (como el difunto). Otras versiones hablan del cigarrillo de Paul en su mano derecha (cuando Paul era zurdo), o bien de la patente del VW Escarabajo que se ve de fondo, donde puede leerse “28 IF”. Esto, asociado a la edad de Paul (recordemos que “if” significa el condicional “si” en castellano) era interpretado como “28 si…(Paul estuviera vivo)”.

Al margen de estos mitos, que no son más que anécdotas, recomiendo la escucha de este excelente disco de The Beatles para aquellos que aún no lo hicieron. Es el último. Es lo que nos queda. Es como no haber visto el gol de Maradona a los ingleses.

DR.-



The Beatles - Abbey Road
(1969. Apple Records. Producido por George Martin)
1. Come together, 2. Something, 3. Maxwell´s silver hammer; 4. Oh Darling, 5. Octopus´s garden; 6. I want you (She´s so heavy); 7. Here comes the sun; 8. Because; 9. You never give me your money, 10. Sun King, 11. Mean Mr Mustard, 12. Polythene Pam; 13. She came in through the bathroom window; 14. Golden slumbers; 15. Carry that weight; 16. The end; 17. Her Majesty.
Créditos: John Lennon (voz, guitarras, piano, órgano, percusión); Paul McCartney (voz, bajo, guitarras, piano, órgano); George Harrison (voz, guitarras, bajo); Ringo Starr (batería, voz, percusión). Músicos adicionales: Orquestas bajo la dirección de George Martin. Billy Preston (órgano), George Martin (órgano).

No hay comentarios:

Publicar un comentario